COLECCIÓN AH/25
El armario de Invierno
Cuando los días se acortan, el ritmo se intensifica.
Para Devernois, el invierno no es un paréntesis: es un campo de expresión.
Un armario diseñado como un capullo, entre fuerza y suavidad, tradición y modernidad.
Tonos profundos de verde y azul, blancos brillantes, tonos topo apagados… Los colores dialogan entre sí, enriquecidos por toques inesperados.
Las prendas de punto, imprescindibles, se despliegan como una segunda piel: generosas, reconfortantes, elegantes.
Cada silueta dice algo sobre la temporada: una confianza serena, una feminidad asertiva, una libertad reivindicada.
Un estilo que tranquiliza, sorprende e inspira.
Un invierno devernois.
COLECCIÓN AH/25
Fin de semana al campo
La mujer Devernois escapa.
Abandona la ciudad llevándose consigo lo esencial: un jersey suave, pantalones fluidos, una chaqueta que abriga sin restringir el movimiento.
Su vestuario se convierte en cómplice de esta evasión: tonos verdes, terracota, beige natural, como un eco de la naturaleza, cortes sencillos pero firmes, una elegancia que no fuerza nada.
Ella camina, respira, se reencuentra consigo misma.
COLECCIÓN AH/25
Ensueño ecuestre
La mujer devernois se imagina a sí misma en movimiento.
Un paso seguro, una andar fluido, una elegancia arraigada en la tradición pero que se afirma en la modernidad.
Los cuadros se funden con los tejidos de punto, los cortes limpios con la suavidad de los materiales.
Una silueta libre y elegante, que toma prestada su seguridad y aplomo de la indumentaria ecuestre.
Ella avanza, ligera pero decidida, guiada por su propio estilo.
COLECCIÓN AH/25
Blanco invierno
La mujer devernois elige la luz como su aliada.
Se viste con tonos blancos apagados, en colores suaves que iluminan la temporada de frío.
Prendas de punto suaves, camisas fluidas, abrigos envolventes: su vestuario se convierte en un capullo radiante, una elegancia serena en pleno invierno.
Pura, atemporal, asertiva, encarna una feminidad que se revela en la sencillez.